Bacán.- Dícese de lo superlativamente bueno, non plus ultra de lo chévere. Aplíquese al pata o flaca del barrio que se cree la última chupada del mango o el último pedo del obispo.
Barajar.- Disimular un roche de manera más o menos solapa.
Batir.- Es el arte de fregarle la pita sin piedad al pescado del barrio.
Bobo.- Significa corazón, no tiene nada que ver con ser idiota o zonzo. es una palabra que en jerga peruviana se refiere más a lo cardiaco que a otra cosa. También puede llamarsele así al reloj.
Bollo.- Mariquita asolapado. O sea, él sabe que lo es, pero como que todavía le da roche confesarlo o deschavarse ante la sociedad.
Bomba.- Huasca de colosales magnitudes. Borrachera de padre y señor mío, no tiene nada que ver con explosivos.
Borrarse.- Véase arrancar, lo que en buen cristiano quiere decir irse de un sitio antes de que lo boten.
Bronca.- Arte de arreglar los problemas y las diferencias a trompadas. Las hay uno contra uno o en mancha, según el estado de ánimo de los contendores.
Bulín.- Casita de alegría, nunca encontrará allí caras largas, pero si piernas gordas.
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